Salud en Casa.- El dolor de espalda es una dolencia muy común entre las personas pero genera gran incertidumbre cuando esta dolencia se vuelve permanente y empeora o no desaparece luego de alguna terapia o con descanso.
En estos casos, el doctor Diego Vásquez, médico reumatólogo de la Clínica Angloamericana, señala que “cuando el dolor se vuelve persistente por tanto tiempo- más de tres meses- y el paciente es menor de 40 años debe ser evaluado por un médico para descartar alguna enfermedad crónica autoinmune que podría ocasionar la pérdida progresiva de movilidad y afectar en numerosos aspectos de la vida del paciente”.
Para conseguir un diagnóstico preciso, el especialista recomienda conocer qué tipo de dolor padece el paciente, si es un dolor mecánico o un dolor inflamatorio, para de esta manera enfrentar la enfermedad con un tratamiento adecuado.
Dolor de espalda mecánico
Respecto al dolor de tipo mecánico, el especialista señala que los pacientes suelen describirlo como un dolor que se caracteriza por golpes o pulsaciones rítmicas que se alivia con descanso y se agrava con los esfuerzos físicos. Esta dolencia es la más frecuente entre la población y puede presentarse a cualquier edad.
“El dolor mecánico no suele venir acompañado de rigidez matinal y cuando estás descansando generalmente no interrumpe el sueño. En general, las causas podrían ser un esguince o distensión lumbar, deformación congénita, hernia discal, artrosis de la columna vertebral, fractura vertebral, entre otros”, comenta el doctor Vásquez.
Dolor de espalda inflamatorio
A diferencia del dolor mecánico, el dolor inflamatorio suele tener una duración más prolongada-superan los 03 meses-la molestia afecta mayormente la parte baja de la espalda y se extiende hacia los glúteos, este dolor se asocia con las patologías reumatológicas como la espondilitis anquilosante.
El especialista sostiene que este tipo de dolor inflamatorio puede ser más intenso durante las mañanas o luego de periodos de reposo como estar sentado en la oficina durante todo el día o manejando por largas horas. Agrega que “el dolor es continuo durante el día, sólo mejora con la actividad física pero no se quita y se puede ubicar en cualquier nivel de la columna (cervical, dorsal o lumbar)”.
“Cuando recibo a un paciente con un dolor persistente y es menor de 40 años, lo evalúo y tomo las pruebas necesarias para tener un diagnóstico claro si es una enfermedad crónica autoinmune, un problema que siembra inflamaciones que pueden llevar a un daño, muchas veces permanente e irreversible”, sostiene el especialista.
Espondilitis Anquilosante
Una de las enfermedades reumáticas que se vincula con los dolores inflamatorios es la Espondilitis Anquilosante, una enfermedad que se manifiesta con dolor e inflamación en la parte baja de la columna vertebral y que en casos severos puede ocasionar la pérdida progresiva de movilidad y deformidad.
El especialista exhortó a los pacientes a realizarse un chequeo oportuno debido a que los síntomas de la espondilitis se confunden fácilmente con un dolor de espalda común, con problemas de tensión o porque son productos de una mala postura. “Mientras más demore el diagnóstico, será mucho más difícil de tratar. La prevalencia a esta dolencia ha aumentado básicamente porque ahora se conoce más sobre esta patología, mientras que antes los diagnósticos eran tardíos o se creían que era exclusiva de los hombres”, comentó el especialista.
Respecto a los tratamientos, el especialista indicó que “en la actualidad existen medicamentos innovadores que permiten que los pacientes puedan volver a su vida normal y recuperar su funcionalidad. Además, los tratamientos requieren un soporte multidisciplinario que involucre un soporte farmacológico”, finalizó.