Cáncer de próstata: ¿cuándo se debe iniciar el control preventivo?

Cáncer de próstata: ¿cuándo se debe iniciar el control preventivo?

17 Noviembre, 2025

Salud en Casa.- El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más frecuente en varones y una de las principales causas de mortalidad masculina a nivel mundial. Según el Ministerio de Salud (Minsa), esta neoplasia ocupa el quinto lugar en decesos por cáncer en el país y, actualmente, cerca del 45% de los casos se detecta en etapas avanzadas, cuando las posibilidades de curación son menores. Sin embargo, un diagnóstico temprano permite acceder a tratamientos más efectivos y conservar una buena calidad de vida.

 

 

“El principal desafío del cáncer de próstata es que en sus primeras etapas no presenta síntomas. Por eso, la prevención y los chequeos regulares son determinantes para un diagnóstico a tiempo”, explica el Dr. Jorge Ballenaurólogo de la Clínica Stella Maris.

 

El especialista recomienda que los hombres inicien sus controles preventivos a partir de los 50 años. En caso de antecedentes familiares de cáncer de próstata o factores de riesgo como obesidad o sedentarismo, el tamizaje debe comenzar desde los 40 años.

 

Los chequeos preventivos deben incluir:

 

  • Examen de antígeno prostático específico (PSA): una prueba de sangre que permite detectar alteraciones en la glándula prostática.

  • Evaluación urológica completa: incluye examen físico y ecografía prostática según criterio médico. En algunos casos los estudios son más avanzados.

  • Historia clínica detallada: para identificar factores de riesgo hereditarios o hábitos que puedan influir en la salud prostática.

  • Seguimiento periódico: los controles deben realizarse al menos una vez al año, especialmente en hombres mayores de 50 años.

 

“Detectar a tiempo el cáncer de próstata marca la diferencia entre un tratamiento curativo y uno paliativo”, enfatiza el Dr. Ballena. Además, el especialista recuerda que mantener un estilo de vida saludable, una alimentación balanceada, realizar actividad física y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco contribuyen a reducir el riesgo de esta enfermedad.