Día Mundial de la Diabetes: un tercio de los pacientes en riesgo de ceguera por una complicación slenciosa.

Día Mundial de la Diabetes: un tercio de los pacientes en riesgo de ceguera por una complicación slenciosa.

17 Noviembre, 2025

Salud en Casa.- En el Perú, alrededor de 1,3 millones de personas viven con diabetes, según estimaciones de la Federación Internacional de Diabetes. Sin embargo, una parte importante de esta población enfrenta un riesgo poco conocido: la pérdida progresiva de la visión a causa del edema macular diabético (EMD), una complicación ocular que avanza en silencio y que actualmente representa una de las principales causas de ceguera en adultos en edad laboral.

 

 

A nivel mundial, cerca de 93 millones de personas con diabetes presentan retinopatía diabética, una afección que ocurre cuando el exceso de azúcar en la sangre daña los pequeños vasos sanguíneos de la retina. Según estudios internacionales, alrededor de un tercio de ellas  podría desarrollar edema macular diabético, una complicación derivada de la retinopatía diabética que provoca acumulación de líquido en la mácula y afecta la visión central. En el país, la mayoría de los casos se diagnostican en etapas tardías, cuando el daño visual ya es irreversible. El problema radica en la falta de controles oftalmológicos regulares, el desconocimiento de los síntomas iniciales y la escasa conciencia sobre la relación entre la diabetes y la salud visual.

 

 

El Dr. Charles Gino Conde, director médico del Centro de Oftalmología Especializada VER, menciona que “el EDM es una complicación ocular asociada a la diabetes tanto tipo 1 como tipo 2, y que puede avanzar sin síntomas claros y causar deterioro progresivo de la visión, pero lamentablemente suele diagnosticarse tarde. Todavía recibimos pacientes que han vivido años con diabetes sin un examen ocular y cuando llegan, ya existe daño avanzado. El fondo de ojo debe ser parte del control rutinario, igual que la medición de glucosa”, señaló.

 

 

En los últimos años, el manejo del EMD ha evolucionado con terapias diseñadas para ofrecer mayor duración y estabilidad visual. Entre ellas existe una terapia biológica que actúa simultáneamente sobre dos procesos involucrados en el daño retinal: la inflamación y la formación anormal de vasos sanguíneos. Esta acción combinada permite reducir el líquido en la mácula y espaciar los intervalos entre aplicaciones, facilitando la adherencia al tratamiento. “El objetivo es mantener la visión funcional con menos interrupciones en la vida del paciente. Esto tiene impacto real en su rutina laboral y personal”, puntualizó el especialista.

 

 

– En el Perú, alrededor de 1,3 millones de personas viven con diabetes, según estimaciones de la Federación Internacional de Diabetes. Sin embargo, una parte importante de esta población enfrenta un riesgo poco conocido: la pérdida progresiva de la visión a causa del edema macular diabético (EMD), una complicación ocular que avanza en silencio y que actualmente representa una de las principales causas de ceguera en adultos en edad laboral.

 

 

A nivel mundial, cerca de 93 millones de personas con diabetes presentan retinopatía diabética, una afección que ocurre cuando el exceso de azúcar en la sangre daña los pequeños vasos sanguíneos de la retina. Según estudios internacionales, alrededor de un tercio de ellas  podría desarrollar edema macular diabético, una complicación derivada de la retinopatía diabética que provoca acumulación de líquido en la mácula y afecta la visión central. En el país, la mayoría de los casos se diagnostican en etapas tardías, cuando el daño visual ya es irreversible. El problema radica en la falta de controles oftalmológicos regulares, el desconocimiento de los síntomas iniciales y la escasa conciencia sobre la relación entre la diabetes y la salud visual.

 

 

El Dr. Charles Gino Conde, director médico del Centro de Oftalmología Especializada VER, menciona que “el EDM es una complicación ocular asociada a la diabetes tanto tipo 1 como tipo 2, y que puede avanzar sin síntomas claros y causar deterioro progresivo de la visión, pero lamentablemente suele diagnosticarse tarde. Todavía recibimos pacientes que han vivido años con diabetes sin un examen ocular y cuando llegan, ya existe daño avanzado. El fondo de ojo debe ser parte del control rutinario, igual que la medición de glucosa”, señaló.

 

 

En los últimos años, el manejo del EMD ha evolucionado con terapias diseñadas para ofrecer mayor duración y estabilidad visual. Entre ellas existe una terapia biológica que actúa simultáneamente sobre dos procesos involucrados en el daño retinal: la inflamación y la formación anormal de vasos sanguíneos. Esta acción combinada permite reducir el líquido en la mácula y espaciar los intervalos entre aplicaciones, facilitando la adherencia al tratamiento. “El objetivo es mantener la visión funcional con menos interrupciones en la vida del paciente. Esto tiene impacto real en su rutina laboral y personal”, puntualizó el especialista.

 

 

El Dr. Conde enfatiza que el manejo del edema macular diabético debe ser coordinado entre el oftalmólogo, el endocrinólogo y el propio paciente, con controles regulares y seguimiento continuo. En el marco del Día Mundial de la Diabetes, el especialista advierte que la salud visual no puede quedar fuera del control metabólico. “La diabetes afecta los órganos internos, pero también compromete la vista. Perder la visión impacta la autonomía, el trabajo y la calidad de vida. Incorporar el examen ocular anual y acceder a tratamientos oportunos es clave para evitar una discapacidad prevenible”, finalizó.