Salud en Casa.- Con la llegada del otoño, el descenso de temperatura y los cambios en la rutina diaria comienzan a sentirse no solo en la ropa que usamos, sino también en nuestra salud. “Durante esta temporada, el cuerpo enfrenta una serie de factores que debilitan la respuesta inmunológica, lo que nos hace más vulnerables ante virus y otros agentes externos. Estos afectan en especial a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas”, explica el Dr. Alfredo Vásquez, jefe de urgencias de la Clínica Anglo Americana.
El aire más frío y seco reseca las mucosas de las vías respiratorias, debilitando su capacidad de defensa natural. A esto se suma que pasamos más tiempo en espacios cerrados, lo que facilita la transmisión de virus como el rinovirus, los coronavirus estacionales y la influenza. “Además, la menor exposición al sol afecta la producción de vitamina D, un nutriente clave para el funcionamiento óptimo del sistema inmune”, agrega el Dr. Vásquez.
Entre las enfermedades más frecuentes en esta temporada están los resfriados, faringitis, laringitis, la gripe, las alergias estacionales y la descompensación de enfermedades respiratorias crónicas como el asma o la EPOC. “También hay que considerar los cuadros gastrointestinales por virus como el rotavirus o norovirus, que, aunque son más comunes en verano, aún circulan durante el otoño”, indica.
Según el Dr. Vásquez, no todos reaccionan igual ante el cambio de estación. “Las personas con sistemas inmunológicos debilitados por estrés, mala alimentación, falta de sueño o enfermedades crónicas son las más propensas a enfermarse. Lo mismo ocurre con quienes tienen condiciones como asma, rinitis o diabetes”, precisa. El impacto también puede sentirse en el estado de ánimo y el descanso.
Los síntomas iniciales que deben prender las alertas incluyen congestión nasal, dolor de garganta, fiebre ligera, tos persistente, dificultad para respirar o fatiga inusual. Se debe prestar atención a estos signos y buscar atención médica si se prolongan más de 5 días.
¿Cómo fortalecer el sistema inmune?
“Una alimentación rica en frutas y verduras de temporada, como cítricos, zanahoria o brócoli, es esencial por su contenido en vitamina C, zinc y antioxidantes”, indica el Dr. Vásquez. También sugiere evitar el exceso de azúcares procesados y mantener una buena hidratación, aun cuando las temperaturas bajen.
El descanso adecuado, dormir entre 7 y 8 horas diarias, y la actividad física regular son otros pilares fundamentales. “Ejercicios como caminar, nadar o andar en bicicleta activan la circulación y mejoran la respuesta inmunitaria. Pero hay que evitar el sobre entrenamiento, que puede tener el efecto contrario”, advierte.
Respecto a la prevención de enfermedades respiratorias y alergias, el médico recomienda abrigarse adecuadamente para evitar cambios bruscos de temperatura, ventilar los ambientes al menos 30 minutos al día, y mantener una buena higiene, especialmente en manos y superficies compartidas. “La vacunación es otro aspecto clave: la vacuna contra la influenza debe aplicarse antes de que llegue el invierno, especialmente en personas mayores o con condiciones médicas preexistentes”, añade.
Niños y adultos mayores: los más vulnerables
En el caso de los niños, el sistema inmune aún está en desarrollo. “Es importante que mantengan su calendario de vacunación al día, duerman lo suficiente y tengan una dieta equilibrada. También se debe evitar abrigarlos en exceso y controlar signos de alergias o infecciones respiratorias”, aconseja el Dr. Vásquez.
En los adultos mayores, los cuidados deben enfocarse en una nutrición adecuada, buena hidratación, vacunación preventiva y evitar ambientes fríos o con poca ventilación. “Cualquier signo de decaimiento, tos persistente o dificultad para respirar debe ser evaluado de inmediato, ya que en este grupo hay más riesgo de complicaciones como neumonía”, puntualiza el especialista.
Ante cualquier duda o si los síntomas persisten o empeoran, lo más recomendable es consultar a un profesional de la salud. “Es importante recordar que los antibióticos no son efectivos para los resfriados ni otras infecciones virales comunes. Automedicarse puede traer más riesgos que beneficios”, aclara el Dr. Vásquez.
Este otoño, más que nunca, la prevención y el cuidado personal se convierten en la mejor herramienta para enfrentar el cambio de estación con salud y bienestar.