Salud en Casa.- Lo que comienza como un match prometedor en una aplicación de citas o un mensaje amable en redes sociales puede convertirse en una pesadilla emocional y financiera en cuestión de semanas, si no se toman ciertas precauciones. Las estafas románticas en línea son una de las modalidades de fraude más lucrativas y extendidas a nivel mundial.
La psicóloga Alexandra Sabal, de la Clínica Ricardo Palma, explica que estos timos cada vez son más comunes y sofisticados, ya que los inescrupulosos crean perfiles falsos creíbles para establecer una relación amorosa con las víctimas. Primero se ganan su confianza y luego las manipulan para obtener regalos, dinero e información sensible. No solo les roban, también les causan heridas emocionales profundas que, en muchos casos, son difíciles de sanar.
Los embaucadores se caracterizan por enamorar rápidamente a sus víctimas: les dicen que son su alma gemela sin siquiera conocerse, evitan reunirse en persona con un sinfín de pretextos, afirman vivir en el extranjero y solicitan ayuda económica por transferencias. Además, usan fotos de gente atractiva tomadas de internet, inventan excusas técnicas para no realizar videollamadas reales y suelen alegar emergencias súbitas que solo su ‘amor’ puede resolver.
¿Por qué caen, incluso personas cautelosas?
Desde el punto de vista psicológico, existen múltiples razones por las que hombres y mujeres son engañados románticamente en línea. Entre ellas están la vulnerabilidad emocional (soledad, divorcio, duelo o baja autoestima), la cognición sesgada (juicios inexactos influenciados por el deseo de ser amado, lo que lleva a ignorar señales de alerta), la manipulación emocional (los estafadores son expertos en generar dependencia afectiva) y la idealización (se construye una imagen mental del amor perfecto basada en expectativas y no en hechos reales).
Si usted ha sido afectada por este tipo de fraude, es importante entender que esto no es una tontería y que lo ideal es buscar apoyo psicológico para sanar. Aislarse no es la solución, es importante conectarse con redes de apoyo (hay grupos y foros de personas que han pasado por lo mismo), así como evitar caer en el auto reproche o el cinismo. Aprender no significa cerrarse al amor real.
Esta clase de estafas es una forma de abuso emocional planificado. Los delincuentes operan como depredadores: estudian a la víctima, responden a sus carencias emocionales y crean una falsa historia de amor para explotarla. La recuperación pasa por resignificar la experiencia, restaurar la autoestima y entender que el error no define su valor como persona.