Miedo y ansiedad: cómo cuidar la salud mental frente a la ola de inseguridad

Miedo y ansiedad: cómo cuidar la salud mental frente a la ola de inseguridad

14 Octubre, 2025

Salud en Casa.- La inseguridad ciudadana se ha convertido en una de las principales preocupaciones del país. Los casos de extorsión, robos y sicariato se han multiplicado alarmantemente en el último año, transformando calles, negocios y espacios públicos en escenarios de temor cotidiano. Este clima de violencia no solo amenaza la seguridad física de las personas, sino que también está generando una crisis silenciosa de salud mental.

 

 

 

De acuerdo con cifras del Sistema de Denuncias Policiales (SIDPOL-PNP), entre enero y septiembre de 2025 se registraron 20 705 denuncias por extorsión, lo que representa un aumento del 28.8 % respecto al mismo periodo de 2024, cuando se contabilizaron 16 075 casos.

 

 

A esta realidad se suma un deterioro sostenido en la salud emocional del país. De acuerdo con el Ministerio de Salud (MINSA), los casos de afecciones mentales —como depresión, ansiedad o estrés agudo — aumentaron cerca de un 20 % entre 2022 y 2023, con más de 42 000 personas atendidas. Aunque no existen cifras oficiales que midan directamente el impacto de la inseguridad ciudadana en estos trastornos, los especialistas del MINSA advierten que vivir en contextos de violencia, amenazas o miedo constante actúa como un detonante emocional que agrava el malestar psicológico y reduce la calidad de vida.

 

 

“Vivimos en un estado de hipervigilancia constante”

 

“La inseguridad ciudadana afecta gravemente la salud mental al generar ansiedad, estrés, depresión y trastorno de estrés postraumático. Los ciudadanos experimentan un estado de hipervigilancia constante, lo que provoca agotamiento mental, problemas de descanso e irritabilidad”, explica la Dra. María Elena Escuza, directora de Psicología de la Universidad Norbert Wiener.

La especialista añade que este fenómeno está generando un desgaste emocional progresivo: “Las personas sienten que no pueden relajarse ni confiar en su entorno. Esa tensión sostenida produce un impacto directo en su bienestar psicológico y físico”.

 

Manifestaciones del impacto psicológico

  • Ansiedad: Se manifiesta con una sensación de alerta permanente y temor a ser víctima de un delito, aumentando el ritmo cardíaco y la sensación de peligro constante.
  • Estrés sostenido: Puede causar dolores de cabeza, problemas digestivos y agotamiento físico y mental que merman la calidad de vida diaria.
  • Depresión: La falta de control sobre el entorno y la sensación de indefensión pueden desencadenar o agravar cuadros depresivos.
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Para quienes han sido víctimas directas de la violencia, la exposición a eventos violentos puede llevar a este trastorno, que incluye síntomas como insomnio, ansiedad y otros problemas emocionales.

 

 

Estrategias para proteger la salud mental

Ante este panorama, la Dra. Escuza recomienda tomar medidas sencillas pero efectivas para cuidar la salud mental:

 

 

 

  • Fortalecer vínculos sociales: mantener el contacto con familiares y amigos ayuda a disminuir el estrés y brindar contención emocional.
  • Priorizar el descanso: dormir adecuadamente favorece el equilibrio emocional y la claridad mental.
  • Limitar la exposición a noticias violentas: la sobreinformación puede aumentar la ansiedad y el miedo.
  • Fomentar la comunicación familiar: es clave conversar abiertamente sobre el miedo y enseñar a los niños a reconocer situaciones de riesgo.
  • Practicar la empatía y la amabilidad: reconocer y validar las propias emociones y las de los demás fortalece la resiliencia emocional.

 

 

Dónde buscar ayuda

En el Perú, existen servicios gratuitos que ofrecen orientación y atención psicológica:

  • Línea 113, opción 5: orientación en salud mental las 24 horas.
  • Línea 1815: apoyo y consejería en temas de consumo de drogas.
  • Centros de Salud Mental Comunitarios, distribuidos en todo el país.
  • Línea 100 y Centros de Emergencia Mujer (CEM), para casos de violencia familiar o de género.